Javier Verdejo "Una pared. Incomunica la carne con la ropa, la piel con su interior. Solo sucede la pared. Solo pupilas. Solo dedos. Como agujeros por los que brota la luz salina de las linternas. La pared nos rodea y nos encierra afuera. Hablamos un idioma de palabras quebradas. Un mundo a medio hacer. Alguien baila en el fondo de la piscina de la urbanización abandonada, abraza a un maniquí y le dice al oído: esta música no existe, como tú la luz tampoco tiene ojos ni boca, pero mantiene en pie todo aquello que vemos. Una fotografía del paisaje tras la ventana ocupa milimétricamente la ventana. Y eso es cuanto sabemos de lo que somos. de dónde viene lo que no puede venir desde qué cuándo qué es este aquí que sucede este ahora por qué esta corola de flor de vértigo ardiendo al otro lado de dónde viene si no puede venir. " epdlp.com |