Camara Laye El niño negro (fragmento) "Si mi padre no pronunció palabras, bien sé que en su interior las formó. Lo podía ver en sus labios moviéndose mientras, inclinado sobre la olla, amasaba el oro y el carbón con un trozo de madera, que inmediatamente se encendía y que había que renovar constantemente. ¿Qué palabras podría haber formado mi padre? No lo sé exactamente: nada de estas palabras me fue comunicada. Pero ¿qué habrían sido sino encantamientos? entonces; ¿No era su ayuda, su amistad y sus matrimonios lo que él pedía? Sí, es casi seguro que estos genios se encuentran entre los fundamentales y también fueron necesarios para la fusión. La operación que se desarrollaba ante mis ojos no era más que en apariencia una simple mezcla de oro; era una amalgama de oro, ciertamente era eso, pero era algo más aún: una operación mágica que los genios podían conceder o rechazar; y por eso alrededor de mi padre había este silencio absoluto y esta expectativa. Entendí, aunque era sólo un niño, que no hay trabajo que supere al del oro. Estaba esperando una fiesta, había venido a asistir a una celebración y era única pero que tenía extensiones. No entendía todas estas prolongaciones, no tenía edad suficiente para entenderlas todas; sin embargo las sospeché, considerando la religiosa atención que todos ponían en observar el progreso de la mezcla en la olla. " El Poder de la Palabra epdlp.com